2010
«Ningún castillo es tan fuerte como para salvarnos de la muerte». Un buen día, los distinguidos residentes de este castillo pusieron el candado en la puerta y se fueron para no volver jamás. Desde entonces permanece cerrado, ajeno a todo lo que acontece en el exterior. Pero ni siquiera la fortaleza más robusta es capaz de soportar el paso del tiempo: la humedad, las lluvias y la falta de mantenimiento van deteriorando el edificio de forma lenta pero inexorable.
Música: «Sunset at Glendorm» por Kevin McLeod.